- Nombre y Apellido: Luis Caram
- Cumple años el día: 30 de Marzo
- Actividad profesional: Estudió arquitectura, artes plásticas y teatro
- Actualmente ejerce como: Escultor y teatrista
• ¿Tiene un pensamiento particular (religioso, social, político) sobre el CORONA VIRUS, sus causas y consecuencias?
La historia de la humanidad es una rueda que gira con ciclos regulares, cada determinado tiempo surgen eventos que sirven para equilibrar factores naturales. Las pandemias son históricas, no creo que haya poderes sobrenaturales obrando sobre el destino de nadie, mucho menos sobre toda la humanidad. Si, hay factores sociales que de acuerdo a determinadas conductas ayudan o evitan la propagación de ciertos efectos, y esas conductas son acciones políticas, buenas o malas. Por supuesto que la inmediatidad de nuestra era hace que lo que antes demoraba años, hoy llegue en horas de un lugar al otro del mundo.
• ¿Qué proyecto tiene para el 2023 en lo personal y en lo profesional?
Comencé este año con un par de carpetas bajo el brazo, en plástica tengo prevista una muestra con un genio del dibujo, aunque para este proyecto estará haciendo escultura: Alberto Elicetche,
En teatro hay un par de propuestas muy tentadoras, pero por una cuestión de marketing no puedo decir cuáles son, creo que se van a dar muy bien, además estoy escribiendo una obra, este va a ser un año muy productivo. Soy de esos bendecidos en la vida que hago exactamente lo que más me gusta hacer, es decir nunca dejo de jugar, así que no separo mucho lo personal de profesional, y me tocó en suerte una familia que me acompaña ciega e incondicionalmente en todas mis empresas, Miguel Astudillo, mi esposo, trabaja a la par en la elaboración y producción de mis cosas, y Agustina Caram se prende en todas, y mi hermana Nazha no deja de estar ahí.
• ¿Qué parte de esos proyectos están supeditados a lo económico y qué no?
En general todos los proyectos tienen una cachetada de realidad que se llama presupuesto, todo quehacer cultural lleva implícita una inversión económica. Para la muestra de esculturas necesito además de la materia prima, instalar un horno con corriente trifásica y es carísimo; llevar adelante una puesta teatral implica pensar en escenografía, vestuario, utilería y un largo etcétera que conlleva gastos, a veces, imposibles de solventar. Me acuerdo cuando trabajaba en EE.UU. me decían Mac Gyver, porque “lo ataba con alambre” pero es que venimos de una realidad abismalmente opuesta, allá se tira y se compra todo nuevo, nosotros debemos reutilizar hasta el infinito todos los recursos, creo que esto nos fuerza a ser más ingeniosos.
• ¿Cómo observa a SALTA en la producción cultural?
En este último tiempo, post pandemia, está renaciendo la producción cultural, el trabajo independiente dentro de las disciplinas artísticas es muy valioso, prácticamente es esencial, y lo remarco por una cuestión de oposición a la presencia del estado. Desde hace varios gobiernos vemos como “cultura” es la piedra en el zapato de distintas gestiones, y como no pueden sacársela de encima la patean a distintos ministerios que demuestran un nulo interés por el tema. Cultura no es turismo, aunque sirva al negocio. Cultura no es educación, aunque sin cultura no hay aprendizaje posible. Cultura es transversal a todas las áreas y disciplinas de la vida. Es lamentable que los gobernantes no vean esto y le den el lugar que merece. Pero a pesar de eso se ve una efervescencia en el medio que habla muy bien de nuestros culturalistas; excelentes maestros de las plásticas muestran sus trabajos donde consiguen hacerse un sitio, hay galerías nuevas que se están abriendo en distintos lugares, hay centros culturales y salas que tienen completas sus agendas, editoriales ocupadas en la tarea de divulgar el producto de poetas y escritores. Y hay artistas, consagrados y surgentes que están ansiosos de mostrar su obra.
• ¿Que le falta a SALTA y qué debe potenciar según su experiencia?
Creo que nos falta profesionalismo, si bien es cierto que los tiempos cambiaron y que la inmediatez es una determinante de estas épocas; los resultados no son lo mismo a la hora ver un trabajo. No es lo mismo una obra ejecutada solo por la vorágine y la emoción de producir algo y que se vea el resultado ya, que la obra elaborada con un proceso de estudio y maduración. No es igual el trabajo de los alumnos de un taller, aunque tengan talento innato, que el trabajo de un profesional que dedicó tiempo y esfuerzo en su formación. Y acá hay que hacer un replanteo de la oferta, y depende de los hacedores de cultura a la hora de ofrecer un producto: no se debería vender igual un trabajo amateur que uno profesional, esto confunde al público consumidor y después tenés frases como “yo no consumo arte salteña porque son todos improvisados”. Tenemos grandes talentos en nuestro medio, es una pena que se mezcle todo solo por satisfacer algún ego.
• ¿Algún proyecto particular, profesional, que aún tenga pendiente?
En Noviembre de 2019 estrenamos “Juana Azurduy” escrita y dirigida por un grande de la escena nacional, Manuel González Gil, y protagonizada por Paola Arias, fue un trabajo maravilloso, con teatro lleno y una prometedora continuidad. Y llegó la pandemia y tuvimos que guardar todo el diseño de la productora V.L. que tenía programada temporada y giras. Este año Víctor Dalcio, un quijote en esto de producir salteño, revivió el proyecto. Como Manuel está con compromisos fuera del país, me propusieron que me encargue además de la nueva dirección, tremendo desafío tomar esta posta, cambiaron algunos miembros del elenco y hubo modificaciones para adecuarla a esta nueva visión, pero estamos trabajando a toda máquina para llegar al estreno